Stanza Hotel: a 91 km de Cuernavaca

El Distrito Federal es la capital de México pero también una de las ciudades más grandes y populosas de todo el mundo. Es por ello que a su suelo llegan día a día personas de todas partes del mundo buscando ofertas de hospedaje por las más diversas razones: gente que viaja por placer y tiene en el Distrito Federal una parada obligatoria al llegar al Aeropuerto Benito Juárez o viajeros que desean desmenuzar cada parte del mapa de la gran ciudad para conocer sus virtudes. También tenemos a los estudiantes de intercambio que buscan la experiencia de las universidades mexicanas y los hombres y mujeres de negocios que tienen en la ciudad un verdadero núcleo de reuniones y acuerdos.

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Debido a esta gran diversidad de huéspedes, la oferta hotelera del Distrito Federal es igualmente amplia y variada, pero siempre se encuentran lugares que, como el Stanza Hotel: a 91 km de Cuernavaca, cumplen con los requisitos de todos y hacen que se tenga ganas de volver, tan solo para hospedarse allí.

Y es que el Stanza Hotel es un sitio con un estilo único que poemos apreciar desde el Lobby. Ubicado en el corredor Condesa– Roma, dos de las colonias más prestigiosas del Distrito Federal y con una gran vida cultural y nocturna, este hotel se encuentra a tan solo 30 minutos del Aeropuerto Internacional de la ciudad, lo que es un punto a favor para todos los ejecutivos que necesitan ahorrar tiempo y llegar a esta zona que también tiene una gran importancia financiera y comercial, además de su aire bohemio.

Entre los servicios con que cuenta este hotel podemos mencionar el de Internet inalámbrico, de vital importancia para sus negocios, estacionamiento gratuito por si desea rentar un coche en otro de los servicios exclusivos del hotel y moverse con facilidad por el Distrito federal y caja de seguridad para guardar documentos importantes así como bienes electrónicos. Pero eso no es todo sino que también podemos hacer uso del servicio de cambio de divisas que nos permite ahorrarnos un trámite, contamos con atención médica así como con recepción las 24 horas del día, con el servicio de lavandería y tintorería, de agencia de viajes e información turística, guarda equipajes, transporte hacia el aeropuerto (con cargo extra), servicio al cuarto y habitaciones para no fumadores.

Dentro de las instalaciones del hotel encontraremos, además, un centro de negocios completo para los empresarios así como un gimnasio, un Lounge Bar y un restaurante. Todas las opciones para que su estadía en esta parte tan especial del Distrito Federal como lo es el corredor Condesa – Roma, sea no solo satisfactoria sino única e irrepetible.

Al terminar sus negocios puede comenzar a recorrer la zona y visitar las opciones culturales tales como museos nacionales, centros culturales, cafés, librerías y galerías de arte que abundan en sus calles, o simplemente caminar por ellas y admirar las antiguas construcciones rodeadas de altos árboles que hacen de esta zona una de las más bellas de toda la ciudad.

Nuria Esper

Fiesta en el barrio de San Juan Quemado en Uruapan (24 de junio)

La cultura de cada pueblo está conformada por una amplia diversidad de productos y de eventos, de representaciones, de ideas y de acciones. La cultura no es solo el arte y los artistas, sino cada manifestación de los pobladores, pero aquí habría personas que pueden diferir pues como todo concepto abarcador que intenta definir algo tan subjetivo como el producto de la actividad humana, este también se escapa de los límites estrictos de los diccionarios y adquiere, en cada teórico y experto, un matiz diferente.

Sin embargo, podemos estar de acuerdo en colocar a las festividades y tradiciones de un pueblo dentro de lo cultural, nadie podría objetar esta clasificación y con ella nos quedamos para decir que no hay forma más reconocible de la cultura de un pueblo que sus fiestas.

México es un país en el que es posible encontrar una festividad a la vuelta de la esquina, o por lo menos eso nos contagia el espíritu alegre y la simpatía de sus habitantes. Los pueblos y ciudades del territorio mexicano encuentran la forma de celebrar la fe y hasta el mismo dolor, en fiestas que se repiten año tras año y que sirven también como factor de unión de las comunidades y como atracción para turistas.

Uruapan es una de las ciudades del estado de Michoacán, donde nos es posible encontrar numerosas festividades a lo largo del año a través de las cuales conocer parte de su cultura, saber qué se festeja para entender en qué o en quién se cree es una forma de acercarnos al lugar que visitamos, y qué mejor si esa festividad envuelve bailes, música y la alegría de sus pobladores.

La fiesta en el barrio de San Juan Quemado en Uruapan (24 de junio) es un ejemplo perfecto y una excusa más que acertada para conocer Uruapan. Esta festividad se celebra en el barrio llamado San Juan Bautista, uno de los nueve barrios que conforman el mapa del lugar. “San Juan Quemado” es el otro nombre del barrio, por el que es conocido y que surgió de la misma historia pues esta parte de Uruapan sufrió dos grandes incendios en épocas pasadas.

Los lugareños se dan cita desde muy temprano en esta fecha tan importante para festejar a su santo patrono, cantando primero las mañanitas y luego a través de otras manifestaciones de la cultura como lo es el tradicional desfile de yuntas.

El baile de mujeres, niños y hombres con sus trajes típicos, peinados adornados con flores y listones de colores que rodean los sombreros, se hace presente en las calles gracias a las bandas de música que llegan tocando desde distintos puntos.  Las mujeres usan guanengos y vestido de rollos mientras que los hombres visten calzones y camisas de manta bordada, trajes que recuerdan la herencia de la cultura purépecha, de los antiguos pobladores de Uruapan.

En la noche de Michoacan, la fiesta encuentra otra de sus actividades más conocidas y convocantes: la coronación de la llamada Ireri o princesa purépecha. Las horas más oscuras del día se presentan como el momento ideal para otro de los atractivos de esta fiesta: la quema del torito para lo cual rodean a la piñata en forma de este animal de pirotecnia que luego encienden en una muestra de luces, alegría y sonido que cierra una jornada festiva repleta de tradiciones de Uruapan, aquellas que permanecen desde hace tiempo, como señal de la permanencia de las costumbres en una época marcada por los intercultural, aunque esto también, merezca definiciones que se nos escapan.

Nuria Esper

Fiesta en el barrio de San Jose de Uruapan (19 de marzo)

Las festividades de un pueblo son la mejor forma de conocerlo o, por lo menos, la más alegre. Se trata de una alegría pura, sin artificios ni objetivos promocionales, de una alegría que se ve representada en los rostros de las personas que, participen o no de las creencias o de las celebraciones, se ven contagiados de ese aire tan especial que se vive cuando hay algo por festejar, algo que hace que la rutina de todos los días pare y que la comunidad de la cual se forma parte se reúna, se vuelva a encontrar, reafirmando la identidad propia y las tradiciones.

Y si hablamos de tradiciones no podemos más que pensar en México y en sus innumerables fiestas, muchas de ellas ligadas al credo católico, en cada una de sus ciudades y pueblos, como un testimonio de la permanencia de los rituales ancestrales, así como de la convivencia con la religión traída a esta tierra por los españoles y adoptada por un pueblo de ferviente fe que no solo pide sino que festeja a aquellos a quienes reza.

Uno de los tantos lugares en nuestro viaje donde nos podemos encontrar no solo las bellezas naturales, tan típicas también de este país, sino las festividades religiosas que movilizan a sus ciudadanos es Uruapan, en el estado de Michoacán.

Uruapan es una ciudad que vale la pena conocer puesto que nos regala su encanto colonial y hermosos paisajes pero también la oportunidad de ser parte de algunas de sus tantas festividades tradicionales como lo es la fiesta en el barrio de San José de Uruapan (19 de marzo), la fiesta de San Juan Bautista (24 de junio) o la Fiesta de la Magdalena (22 de julio) así como otros momentos importantes en el calendario festivo que no solo se relacionan a la fe sino que celebran los productos de la tierra como la Feria del Aguacate que se realiza en noviembre o la misma Feria Ambiental en el mismo mes.

La fiesta de San José, por su parte, es un momento más que indicado para visitar Uruapan puesto que se trata de una festividad religiosa que se celebra no solo con respeto sino con mucha alegría, contagiando a los asistentes de ese clima afable en el que, además, podremos conocer otras cosas del lugar como al vestimenta típica, la música y el baile. Esto es posible en la misma celebración pues mientras se lleva en andas la imagen de San José por las distintas calles del barrio, a esta figura la siguen una gran cantidad de personas con alegres canciones  tocadas por bandas. Tras las trompetas mujeres, hombres y niños realizan pasos vistosos vestidos con los trajes del lugar, en honor a este patrono al que le demuestran su adoración con rezos y con bailes en su homenaje.

Mujeres con polleras coloridas y listones que caen de sus sombreros, flores en el cabello y una gran sonrisa, pasan bailando por las calles de Uruapan y en su baile acompañan el paso del santo y los otros pobladores se suman a la procesión. Llegar a la ciudad de Uruapan en cualquiera de sus fiestas nos da la posibilidad de estar en una de las manifestaciones más vivas de la cultura popular como son este tipo de expresiones de fe en las que la música y el baile no son más que otra forma de adorar.

Luego de ser parte de esta festividad podemos seguir conociendo los tractivos de la ciudad como el Parque Nacional Eduardo Ruiz, La Huatápera o la Plaza de los Mártires, entre muchos otros.

Nuria Esper