En el estado de Jalisco, cerca de Guadalajara, se encuentra un enorme espejo de agua que además de servir como la principal fuente de abastecimiento de la Zona Metropolitana de Guadalajara, también regala espacios de una belleza sobrenatural, ornamentando el paisaje con sus verdes árboles y su agua transparente. El atractivo al que nos referimos no es otro que el Lago de Chapala, la reserva de agua más grande de México con sus 1112 kilómetros cuadrados que constituyen un verdadero tesoro paradisíaco. ¿Quieres vivir una experiencia única? ¡Prepara tus maletas y agenda un viaje a estos majestuosos rincones de Jalisco!
El lugar no hace otra cosa que regalar belleza por donde se lo mire. De un lado las montañas, sirviendo como un encuadre perfecto y del otro lado, el agua mansa. Pintorescos y coloridos pájaros acompañan la escena con sus románticos cantos.
La importancia del Lago ha sido reconocida y se lo ha nombrado sitio Ramsar. Una mención digna de tenerse presente y una invitación a ser respetuosos con el entorno que nos rodea. A pesar de que te verás tentado de darte un chapuzón, no está permitido nadar en el Lago. Aún sí, tampoco deberás quedarte con las ganas de refrescar tu cuerpo. Lo mejor es que te dirijas al Parque Acuático de Agua Caliente, que está ubicado a unos kilómetros. Este sitio es ideal tanto para el relax como para la recreación: en primer lugar, sus aguas son termales y en segundo lugar, hay toboganes muy divertidos.
En los alrededores del Lago de Chapala, hay muchísimas actividades para disfrutar. Entre ellas, los paseos en bicicleta o a caballo figuran entre los favoritos pues permiten conjugar la naturaleza y el deporte en una sola actividad. También el esquí acuático se ha desarrollado como una de las propuestas más famosas y concurridas.
Por otro lado, en el Lago de Chapala también se puede disfrutar de diferentes puestas en escena, grupos de baile y música. Sin dudas, aquí no encontrarás ni un solo instante vacío ni de aburrimiento.
Para completar el día, puedes darte una oportunidad de visitar el Pueblo de Ajijic, un sitio en donde el componente histórico le aporta todo su brillo y su carácter local y pintoresco. Allí, alrededor de la Plaza Central, no sólo arte, joyas e indumentaria sino también sabor en los diferentes restaurantes, en donde siempre serás recibido con un aroma tentador y con la amabilidad que caracteriza al pueblo. Pero además de la actividad, este destino es un ejemplo de tranquilidad y armonía y es por ello que muchas personas adultas lo eligen como lugar de descanso y retiro.
Por último, en tu paseo no dejes de hacer una parada por algunos de los puestos artesanales que se encuentran cerca, en donde podrás comprar algunos riquísimos dulces, fieles guardianes de los secretos de la cocina de Chapala.
Después de enterarte de todo lo que albergan los alrededores del Lago de Chapala, ¿cómo negarse a una visita a este rincón?